La imagen del árbol de la vida evolucionista es conocida por todos ya que aparece en los libros de ciencias naturales ilustrando como pudo haberse originado y diversificado la vida y las especies en nuestro planeta según la teoría de la evolución. Seguro hemos visto en los libros de texto de la primaria o secundaria las imágenes de cómo las especies fueron evolucionando hasta convertirse en especies cada vez más complejas.
Como bien se sabe Charles Darwin formuló esta teoría después de la expedición a las islas Galápagos. En este viaje Darwin observó doce variedades de pinzones diferentes que se distinguían por la diferencia en sus picos y concluyó que esto se debía a la adaptación de estos animales al ambiente de la isla que durante miles de años seleccionó a los más aptos para su supervivencia. Según la teoría todas estas especies deberían haber provenido de algún ancestro en común y a su vez cada especie animal debía su origen a una evolución gradual por selección natural. Si esta teoría fuese verdadera debería existir alguna transición entre las especies más sencillas a las más complejas y podría ser observado en el registro fósil como esperaba Darwin en aquella época.
Llegado este punto cabe aclarar que lo observado por Darwin como la adaptación de una especie a su medio ambiente ha sido muy comprobado, lo cual es conocido como microevolución. La microevolución es el cambio dentro de una misma especie por ejemplo: las distintas razas que pueden surgir mediante el cruce de animales o la selección de las mejores variedades de semillas que hace un agricultor.
No obstante la macroevolución es el cambio de una especie a otra, ejemplo: de pez a sapo, de sapo a lagartija, de lagartija a mamífero, de lagartija a ave. Esta última es rechazada tanto por los ultradarwinistas como por los creacionistas del diseño inteligente porque las pruebas paleontológicas apuntan en otra dirección. Para muestra de ello mencionaremos dos problemas principales de esto: la falta de registros fósiles de los ancestros de las especies y la explosión cámbrica. De hecho Darwin se daba cuenta de estos inconvenientes pues ya en su libro El origen de las especies escribió:
Las varias dificultades que aquí se discuten (a saber: …, no encontramos un número infinito de delicadas formas de transición que unan estrechamente a todas ellas; la manera súbita como aparecen por vez primera en las formaciones europeas varios grupos de especies; la ausencia casi completa -en lo que hasta ahora se conoce- de formaciones ricas en fósiles por debajo de los estratos cámbricos) son todas indudablemente dificultades de carácter gravísimo. Vemos esto en el hecho de que lo más eminentes paleontólogos, como Cuvier, Agassiz, Barrande, Pictet, Falconer, E. Forbes, etc., y todos nuestros mayores geólogos, como Lyell, Murchison, Sedgwick, etc., unánimemente -y muchas veces vehementemente- han sostenido la inmutabilidad de las especies. Darwin, C (1859). On the Origin of Species by Natural Selection. London: Murray. p. 311
Robert Carroll experto en paleontología de vertebrados y evolucionista convencido escribió:
A pesar de más de un siglo de intensos esfuerzos de recolección de datos desde la muerte de Darwin, el registro fósil todavía no ofrece la imagen de infinitos eslabones de transición que él esperaba
La explosión cámbrica
Antes que nada, ¿qué es el periodo cámbrico? los geólogos han fechado los diversos estratos de la tierra en cuanto a la antigüedad de las rocas, según esta datación el periodo cámbrico abarca desde 541 hasta 485 millones de años. El cámbrico (de Cambria, nombre romano de Gales) es el primero de los seis periodos de la era paleozoica (zoe, “vida”; palaios, “vida antigua”) y en ella se “produce” una explosión de vida pues por primera vez se distinguen organismos pluricelulares más complejos que las medusas y las esponjas.
Ahora bien, para poder notar el punto que queremos señalar veamos la siguiente escala:
en ésta el precámbrico está señalado con los colores rosados y la era paleozoica es iniciada con el periodo cámbrico que está en verde. Si tomamos en cuenta que la vida surgió hace 3500 millones de años y durante la era proterozoica aparecen las primeras células eucariotas (con núcleo celular), de aquí la gran pregunta que pone en jaque a la teoría de la evolución ¿cómo es posible explicar la explosión de vida de organismos simples a complejos en tan escaso periodo de tiempo si la teoría de la evolución requiere de mucho tiempo para que acumulándose los cambios de adaptación se produzcan nuevas especies?

La teoría darviniana predice un “cono de diversidad creciente”, ya que el primer organismo viviente, o las primeras especies animales, se diversificaron gradual y continuamente hasta crear los niveles más altos del orden taxonómico. El registro fósil animal parece más bien un cono decreciente, en el que los phyla presentes al principio han ido disminuyendo en número.

Gén 1:21 Y creó Dios los grandes monstruos marinos, y todo ser viviente que se mueve, que las aguas produjeron según su género, y toda ave alada según su especie. Y vio Dios que era bueno.